martes, 25 de febrero de 2014

ESCRITORAS (I): LA VIDA DE LAS MUJERES, DE ALICE MUNRO

Este mes de marzo la Biblioteca Escolar del I.E.S. José Cadalso inaugura una nueva sección dedicada a las escritoras. Se propone una lectura mensual, con una reflexión sobre la obra realizada por distintos miembros de la comunidad educativa. La primera reseña trata de la novela La vida de las mujeres, de la autora canadiense Alice Munro. Disfruten las recomendaciones.


LA VIDA DE LAS MUJERES (1971)
de ALICE MUNRO


        

  
            La vida de las mujeres nos cuenta a través de su protagonista, Del Jordan, pequeñas historias de personas y situaciones en el pequeño pueblo de Jubilee.
A través de la novela vemos cómo va creciendo Del y cómo su perspectiva ante las cosas va transformándose. Bajo la aparente cotidianidad de lo que va ocurriendo, primero en el campo, en un lugar apartado de un pueblo apartado (llamado Flats Road), y más tarde en el propio Jubilee, se presentan interesantes reflexiones de la niña, luego adolescente. Así trata grandes temas como son Dios, la muerte, la sexualidad o la familia.
            Uno de los temas fundamentales es el papel de la mujer, que en la sociedad contemporánea tratada por la autora,  se hace especialmente complejo. Así Del observa y admira a sus tías, mujeres de campo que dedican alegremente toda su vida al trabajo duro y entienden que el mundo gira en torno a los hombres. Por otra parte, está el papel de su madre, que muestra una mujer que quiere desarrollarse pública e intelectualmente aunque eso suponga un eterno conflicto con un entorno torpe y pequeño. Del deberá resolver este conflicto entre dos modos muy distintos de afrontar la realidad femenina, añadiéndose a esto el tema de la maternidad como posible objeción a la realización personal.
            La protagonista nos muestra un enfoque en constante cambio porque crece, y las influencias del entorno y sus decisiones ante ellas la van transformando en una persona adulta. Esa visión, cuando llega a la adolescencia, acaba convirtiéndose en una serie de fogonazos de luz fría, como pudiera ser la de los faros de un coche o una farola de cualquier ciudad.Vemos una ciudad de cemento y asfalto que no dista tanto de nuestra propia realidad, por eso puede  resultar  familiar, común o universal.

            Lo interesante es que Del muestra una visión propia de lo que le rodea, asume hacer las cosas a su modo, y  acaba dando una particular respuesta a  la problemática de su existencia en el final que es abierto, como la propia vida.

Cristina García Aragón, profesora de Filosofía, I.E.S. Carlos Castilla del Pino

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